viernes, febrero 20, 2009

Amor del bueno, no es puro sentimiento

Cada febrero es costumbre toparse con, ramos de flores, dulces y globos en forma de corazón; hasta los parabrisas posteriores de combis y taxis tienen grabados mensajes de amor y por unos días las radios cambian las exóticas cumbias y reggetones del verano por lentas melodías que marcan el compás de corazones enamorados. De todas ellas, una en especial llamó mi atención, no era su ritmo, no era la voz del intérprete, cuyo nombre es un misterio para mí, era su letra que más o menos es como sigue: (...) amor del bueno que no se lleve el viento; y que se lleva por dentro; y que no se puede borrar; amor del bueno que no sé; pierda en el tiempo; y es puro sentimiento lo que te puedo yo dar...
Al principio me sorprendió gratamente lo que promulgaba la canción, un amor bueno, puro, honesto y fiel. Luego de tararearla unas cuantas veces me di cuenta que lamentablemente cae en un profundo error, ¿es puro sentimiento lo que te puedo yo dar?
Lo cierto es que las personas no solamente sentimos, también pensamos.
El amor no es puro sentimiento, en el libro de Mikel Santamaría, "Saber amar con el cuerpo", se distinguen tres niveles que integran el amor entre un hombre y una mujer. El primero; el atractivo físico, al igual que en el hombre también se presenta en la naturaleza animal y por sí solo resulta enclenque como pilar para el amor humano, únicamente se ve al otro como objeto, por ese motivo no tiene la suficiente fuerza para trascender. El segundo; el enamoramiento afectivo, en este nivel las personas disfrutan estar juntos y les interesa los detalles de la vida del otro; es espontáneo, nadie decide enamorarse de una persona en particular, éste no es un amor completo; es egoísta porque muchas veces se prefiere el estado de entusiasmo provocado del enamoramiento que la persona misma. El tercero; el amor personal, es en definitiva el verdadero amor, porque no es espontáneo, sino que se transforma en una actitud libremente asumida donde se le acepta entregarse enteramente al otro como es y será. Si bien todos los niveles se complementan el Amor personal es capaz de reforzar, en cierta medida, los niveles anteriores.
En referencia al Amor personal. Absolutamente a todas las personas nos agrada cualidades como: puntualidad, orden, educación o responsabilidad; y es lógico porque por su gran bondad nos atrae. Pero, las cualidades no son el único factor por el cual el verdadero amor se guía, también existen irritantes defectos que se deben tomar en cuenta, pues, éstos formarán parte de la vida de los dos. Se trata de querer a la persona por sí misma, al margen de sus cualidades o defectos.
Por no entender qué es el verdadero amor surgen terribles desventuras. Mucho tienen que ver los mensajes, que solamente realzan los bienes materiales y efímeros, cada vez más comunes en una sociedad que debería revelarse, porque definitivamente influye en su comportamiento. Basta estar atento a los mensajes que bombardean nuestro entorno, existen muchas canciones sin sentido (como la que comentamos antes), la frase de una conocida tarjeta de crédito "la vida es ahora" o la de una bebida gaseosa cuyo lema es "No la pienses tanto". Y es precisamente lo que nos están diciendo, que no pensemos ni critiquemos nada, sólo quedaría actuar impulsivamente; como los enamorados que rebajan el verdadero amor al superficial atractivo físico, sin reconocer su valor trascendente.

Por: Renato Gamero Rodríguez
Diario "El Pueblo" - 14 de febrero